lunes, agosto 15, 2016

Once años

Ilustración: Henn Kim


Escribir es una maldición que salva. Es una maldición porque obliga y arrastra, como un vicio penoso del cual es imposible librarse. Y es una salvación porque salva el día que se vive y que nunca se entiende a menos que se escriba.
Clarice Lispector

 

Hace once años decidí escribir para contarme la vida. No todo lo he contado ni creo contarlo. Obviamente, mucho de lo que se queda en el tintero se transforma en charla con los amigos y el resto se queda para mí.

Celebro mis once años con la gente que me ha guardado fidelidad. Que ha sobrellevado mis letras. Gente que se transformó en amistades sin fronteras. Gente que dejamos de ser muros para ser puentes. Y, para todos aquellos que pasaron de volada por esta casa, muchas gracias.

Lo cierto es que, tener el valor para sacar mi alfabeto al espacio me ha liberado.

También, lo cierto es que todavía no aprendo a escribir.


1 comentario:

giovanni dijo...

Escribir es sano, compartir es bello. Creo que empecé más o menos en el mismo año a escribir en un blog... Si la vida es un aprendizaje el escribir lo es también.

Un abrazo cariñoso